Cuando me introduje en el mundo del zero waste y empecé a usar productos de limpieza respetuosos con el medio ambiente, me topé con algunos productos totalmente desconocidos para que con el tiempo se han convertido en imprescindibles en nuestro hogar. Uno de ellos es el percarbonato de sodio, de aspecto similar al bicarbonato de sodio, es muy frecuente encontrarlo entre los ingredientes de muchos productos de limpieza blanqueantes. Aquí van 5 formas para añadirlo a tu rutina de limpieza:
Blanqueador:
Para mantener el blanco de la ropa clara, añade una cucharada de percarbonato de sodio en tu colada y lávala entre 30 y 40 grados. Los resultados no tienen nada que envidiar a los detergentes blanqueadores que puedes encontrar en el súper.
Si necesitas tratar alguna prenda que esté especialmente deteriorada, añade 2 cucharadas de percarbonato de sodio en vez de una y sube la temperatura del lavado a 40 o 60 grados. Así el percarbonato resulta más efectivo, pero recomiendo usarlo sólo como de forma puntual puesto que el lavado a altas temperaturas deteriora la ropa y supone un gasto energético elevado.
Quitamanchas:
Prepara una pasta mezclando percarbonato con un poco de agua templada, aplícala sobre la mancha y frótala un poco. Deja reposar unos minutos y mete la prenda en la lavadora. Si se trata de una prenda muy manchada puedes optar por dejarla en remojo con percarbonato sódico durante unas horas y luego lavarla en la lavadora.
Blanqueador de la copa menstrual
Prepara un recipiente con agua caliente y una cucharadita de percarbonato de sodio. Sumerge tu copa menstrual en el agua y espera a que se enfríe por completo. Luego lávala y esterilízala como sueles hacerlo.
Mezcla entre 1 y 2 cucharaditas de percarbonato de sodio por cada litro de agua – potenciarás su acción si es agua caliente-. Friega el suelo como suelas hacerlo con esta disolución, quitará cualquier tipo de mancha de las baldosas.
Limpiador de azulejos:
Prepara una pasta con percarbonato y agua y espárcela sobre las juntas de los azulejos del baño o la cocina. Déjala actuar durante unos minutos y luego frótalas con un cepillo. Enjuaga y disfruta del blanco de nuevo.
Para usar el percarbonato debemos tener en cuenta algunas precauciones:
No se debe mezclar nunca con ácidos como el vinagre o el zumo de limón.
No usarlo sobre superficies barnizadas, laqueadas o pintadas; ni en madera de roble o castaño ni sobre aluminio.
No usar sobre tejidos delicados como la lana o la seda.
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